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REEDUCACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

Una aproximación al proceso de aprendizaje de la lectura

La metodología de aprendizaje de la lectura ha sido un tema de debate intenso. Éste está basado en la coexistencia de diferentes enfoques teóricos que determinan diferentes planteamientos sobre su adquisición. 

Un primer enfoque es el maduracional, que considera que determinados aprendizajes se llevan a cabo en el momento en que los órganos implicados van madurando, siguiendo un orden establecido previamente, a nivel genético.  Desde esta línea,  se defiende que hay que introducir el aprendizaje de la lectura en el momento en que los alumnos han llegado a un punto de madurez óptimo, alcanzando previamente aquellos factores o aspectos que favorecen su desarrollo.

Un segundo enfoque, el ambientalista o conductista, establece que la estimulación desde el exterior del individuo, a través de la modificación o manipulación del ambiente, es indispensable  para que se pueda dar la maduración del sistema. Desde éste, se apuesta por modificar el ambiente para tal de poder influir en el ritmo de los aprendizajes.

Un tercer enfoque es el interaccionista, que comprende los dos anteriores, afirmando que el desarrollo es el resultado de la interacción entre la estimulación ambiental y la herencia genética.

Desde estos postulados, el debate surge en el momento de decidir cuáles son los métodos más adecuados para la enseñanza de la lectura y en qué momento. Así, desde el primer enfoque se defiende que este aprendizaje se realice alrededor de los seis años, considerando que su aceleración no conlleva la maduración del sistema. Desde la perspectiva ambientalista, los estudios realizados, sugieren que una mayor exposición ante el lenguaje escrito de manera precoz permite estar mejor preparado, así como, puede acelerar su aprendizaje posterior.

Ante estos resultados, parece evidente que son muchos los factores que intervienen en el aprendizaje de la lectura y que se tienen que tener en cuenta, tanto aspectos a nivel biológico, como psicológico, educativo y social.

De hecho, hemos de destacar la importancia de una correcta adquisición del proceso lector,  debido a que se encuentra en la base de la integración del resto de los aprendizajes asociados al currículum académico. Sin una buena mecánica lectora la comprensión del texto se ve comprometida, y a su vez, la adquisición de nuevos contenidos escolares a partir de esta vía. Así mismo, la práctica regular de la lectura, aporta a los alumnos un mayor vocabulario y enriquece sus estructuras de lenguaje oral y escrito.

El proceso lector conlleva dos operaciones cognitivas básicas, en un primer momento, el reconocimiento de las palabras, y posteriormente, la atribución de su significado, o comprensión de éstas.  Actualmente, la Teoría de la doble vía, permite explicar el proceso mediante al cual se accede al significado de las palabras leídas.

Esta teoría, defiende la existencia de una primera vía de acceso al significado de las palabras a través de la transformación de cada una de las letras que forma la palabra en sonidos. La unión del conjunto de sonidos permite identificar la palabra escrita y por tanto, finalmente llegar a su significado a través de lo que se ha llamado la Vía Fonológica. Este tipo de procesamiento, que se podría entender como una lectura a través del oído, requiere muchos más recursos cognitivos y es más lenta.

Otra de las vías de acceso al significado de las palabras escritas sería la Ruta Léxica. En ésta, se establece un reconocimiento inmediato de la palabra escrita, es decir, se identifica el significado de la palabra en el mismo momento en que se lee de manera global. La simple visión de la palabra ya lleva a su representación mental.

Estas dos vías las utilizamos de manera habitual en el día a día, la Ruta Léxica se activa ante palabras de gran uso como ante palabras habituales como “América” donde no aplicamos esfuerzos cognitivos para acceder  a su significado, frente a la lectura de palabras poco familiares, como “estrongiloidiasis” donde la ruta fonológica es básica para su lectura y posterior reconocimiento.

Según los criterios diagnósticos descritos en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5, un indicador clínico importante para poder determinar la presencia de dificultades en el aprendizaje de las diferentes aptitudes académicas son los logros académicos bajos para la edad, o los logros académicos normales, que solamente se sostienen con niveles extraordinariamente altos de esfuerzo o apoyo. 

Para realizar un buen diagnóstico puede ser interesante integrar la información desde diferentes disciplinas e informantes: la evaluación psicológica, la valoración oftalmológica, optométrica y la recogida de información del propio alumno y de las personas que están en contacto con él, la familia y los maestros.

A nivel clínico,entre los cuatro y los seis años, conviene establecer pruebas para poder medir y objetivar de manera individual este proceso, e identificar aquellos alumnos que necesitan un soporte previo a su adquisición. El objetivo es poder evitar un futuro fracaso en esta labor, o bien, posteriormente, en aquellos casos en los que se mantienen las dificultades, poder establecer un buen plan de reeducación de la lectura, poniendo en marcha diferentes apoyos metodológicos o curriculares, según su conveniencia, desde la escuela.

La intervención se decidirá  a partir de las dificultades específicas identificadas en la evaluación. Esta puede conllevar diferentes estrategias psicoeducativas, definiendo programas individualizados en las siguientes áreas:

  • A nivel visual, estableciendo una Terapia Visual Neurocognitiva para mejorar las habilidades de oculomotricidad, acomodativas, perceptivas y de coordinación motora.
  • A nivel de aprendizaje de la lectura, la concreción de una Reeducación Psicopedagógica basada en la potenciación de la Conciencia fonológica y la Ruta Léxica de la lectura, en las primeras etapas de la adquisición de la lectura y un buen entrenamiento lector.